sábado, 16 de junio de 2012

Hors du temps et de l'espace

 Ahí estoy, al igual que aquella noche, en medio de la nada. Agarrando con fuerza la puerta de mi bloque como si ella también se fuese a evaporar. Y no consigo recordar cuánto tiempo llevo aquí, pues tal vez nunca llegué a irme.

Saber de nuevo que, nada más cruzar esa puerta, se habrá acabado. Y parece todo tan oscuro, tan poco acogedor... Y eso te desespera y te paraliza. Y ahí sigues, cual estatua: inmóvil e inútil. Fuera de la, aunque suene extraño, dulce rutina. Entre dos mundos. Entre el pasado y el futuro en ese incómodo momento que llamamos presente, pero que a veces, como ahora, ni siquiera está ahí. 

Sin embargo he descubierto un gran truco: los dos mundos no son irreconciliables, es más, ni siquiera son dos.

Así que ya está:  paso al frente, sueños en la mirada y recuerdos en el corazón. Todo conmigo, todo yo.