viernes, 25 de enero de 2013

tombe la pluie

Pasaban ya de los ochenta, pasaron ya sus bodas de plata…Me pregunto si alguna vez llegaron a quererse o si, al menos, no se odiaron tanto. Ninguno de mis recuerdos se atreve a contestar. Si alguno hablase, espero que lo haga en aquella vetusta lengua, en aquel idioma dulce y melancólico que yo sólo puedo asociar a gritos.
Mouchos, coruxas, sapos e bruxas...

06/04/2011

Cada mañana, él estaba allí, esperándola con la mejor de sus sonrisas. Ella le ignoraba, fingía no verlo, pero notaba su mirada. Lloviera, nevara, hiciera frío o calor, él estaba allí.
Pero una mañana ella notó algo diferente. Sintió que se le helaba la sangre, que no podía respirar: él no estaba,  se había ido, y quizás  para siempre. Algo aparentemente tan insignificante había alterado su mundo. Tantas cosas que damos por eternas…