dudas y certezas

Hace unos días me di cuenta de algo en lo que no había reparado antes: hablo en subjuntivo. Parece raro, lo sé.

Lo que ocurre es que me paso todo el día hablando de opciones, de posibilidades, de incertidumbres..."Puede que le quiera// quizás hoy sea un buen día// es posible que todo vaya bien..."
pero, ¿por qué?

La ventaja de los subjuntivos, de las expresiones de este tipo, es que, en cierto modo, te exculpan de los errores. Es como si nunca pudieras equivocarte, porque lo dices todo y nada a la vez.

Tal vez  el terreno de lo posible, de lo incierto sea amplio, vago, practicamente ilimitado y , en ese lugar, sea fácil sentirse cómodo (aunque también puedes acabar desorientado....).

 Y está bien eso de flotar en ese bello universo. O al menos a mi me agrada.

 Pero creo que hay algunas cosas que, aunque no sean definitivas ni estén demostradas (estas dos palabras me producen pánico), me puedo atrever a decir sin necesidad de usar esos "exculpadores":

                                                                                   OS QUIERO Y, EN ESPECIAL, A TI.

palabras mudas

Todo está claro en mi cabeza, ¿o tal vez sería mejor decir en mi corazón? Bueno, simplemente todo está claro en el lugar ese en el que se guarden los sentimientos. O al menos eso creo.

Entonces te da por pensar, por ponerle nombre a las cosas, a los sentimientos, y ahí es cuando comienza el problema.

Cuando te pregunta, tú quieres decir tantas cosas, expresarlo todo, que las palabras se embrollan, se mezclan, se pelean por salir de la boca...y, de repente, una barrera...algo que las frena, que no las deja fluir, que las quiere hacer volver al lugar del que salieron. No sabes que es esa fuerza que se empeña en no dejar que te expreses. ¿Miedo? ¿Timidez? Quien sabe.

Pero las palabras no se rinden, aunque no puedan salir, tienen que lograr transmitir su significado. Así que, simplemente, lloras, y esperas que él entienda todo lo que esas lágrimas quieren decir.

no existe un diccionario para las emociones