miércoles, 29 de junio de 2011

el laberinto interior


compartimenta...compartimenta...así me lo he repetido una y otra vez, hasta perder la cuenta...no dejes que una cosa de tu vida afecte a otra parte de la misma. Pero no puedo, las paredes de las habitaciones de mi vida son de plastilina, las paredes ceden, se resquebrajan, estallan...¿y todo por qué? Por la puta manía de dividirlo todo en partes. Los sentimientos, las emociones, los pensamientos, se mezclan, se embrollan, fluyen e intercambian pedacitos...Y toda esa maraña soy yo. La maraña puede cambiar de forma, pero sigo siendo yo...

A veces me gustaría ser como los barcos, que si uno de los compartimentos se inunda, éste se cierra y se puede seguir a flote.
Y entonces recuerdo que eso es una tontería, y echo un vistazo a mi alrededor y logro sacar una sonrisa aunque sea a empujones.
Y veo que tengo muchos motivos para sonreír, y tú eres uno de ellos.

1 comentario:

  1. es precioso :) y muy inteligente,como tú :)
    creo que debemos dar las gracias por ser una maraña... piensa que podriamos ser un nudo o una simple cuerda

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