miércoles, 11 de septiembre de 2013

Se deja de querer...l'amour s'arrête (José Ángel Buesa)


Se deja de querer, y no se sabe
por qué se deja de querer.

Es como abrir la mano y encontrarla vacía,
y no saber, de pronto, qué cosa se nos fue.
Se deja de querer, y es como un río
cuya corriente fresca ya no calma la sed;
como andar en otoño sobre las hojas secas
y pisar la hoja verde que no debió caer.
Se deja de querer, y es como el ciego
que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren;
o como quien despierta recordando un camino,
pero ya sólo sabe que regresó por él.
Se deja de querer como quien deja
de andar por una calle, sin razón, sin saber;
y es hallar un diamante brillando en el rocío,
y que, al recogerlo, se evapore también.
Se deja de querer, y es como un viaje
destinado a la sombra, sin seguir ni volver;
y es cortar una rosa para adornar la mesa,
y que el viento deshoje la flor en el mantel.
Se deja de querer, y es como un niño
que ve cómo naufragan sus barcos de papel;
o escribir en la arena la fecha de mañana
y que el mar se la lleve con el nombre de ayer.
Se deja de querer, y es como un libro
que, aún abierto hoja a hoja, quedó a medio leer;
y es como la sortija que se quitó del dedo,
y sólo así supimos que se marcó en la piel.
Se deja de querer y no se sabe
por qué se deja de querer...

                                        José Ángel Buesa (poeta cubano nacido en 1910)

viernes, 25 de enero de 2013

tombe la pluie

Pasaban ya de los ochenta, pasaron ya sus bodas de plata…Me pregunto si alguna vez llegaron a quererse o si, al menos, no se odiaron tanto. Ninguno de mis recuerdos se atreve a contestar. Si alguno hablase, espero que lo haga en aquella vetusta lengua, en aquel idioma dulce y melancólico que yo sólo puedo asociar a gritos.
Mouchos, coruxas, sapos e bruxas...

06/04/2011

Cada mañana, él estaba allí, esperándola con la mejor de sus sonrisas. Ella le ignoraba, fingía no verlo, pero notaba su mirada. Lloviera, nevara, hiciera frío o calor, él estaba allí.
Pero una mañana ella notó algo diferente. Sintió que se le helaba la sangre, que no podía respirar: él no estaba,  se había ido, y quizás  para siempre. Algo aparentemente tan insignificante había alterado su mundo. Tantas cosas que damos por eternas…

miércoles, 28 de noviembre de 2012

CAMBIOS (II): fluyen garabatos en el bus

Querer cambiar y no poder (¿o tal vez no querer?): El pasado, ¿lastre o salvavidas?
Aún no lo sé.


Otra vez en ese maldito portal, en el portal de la nada que ya te resulta demasiado familiar. El ayer era perfecto (o así se te antoja ahora) y te quedas contemplándolo, inmóvil, vacía.

Encapsulas tus recuerdos en una bola de nieve que agitas de vez en cuando, como para así sentir algo, aunque sea un cierto movimiento, aunque sea dolor (y es que, como la cita de aquel libro, no tienes nada, ni siquiera una pena en el corazón)...ingravidez...caer...

No quiero más bolas de nieve, quiero que cambie el tiempo.



"Such violence of affliction indeed could not be soported for ever, it sunk into a calmer melancholy; but these employments...still produced occasional effusions of sorrows as lively as ever." S&S


lunes, 26 de noviembre de 2012

We've grown up or, at least, we pretend so: CAMBIOS (parte 1)

Cambios: pequeñas fracturas de nuestra vida, dolorosas pero vitales.

Tras esta definición previa, no es de extrañar que, en ocasiones, necesites un cambio (o puede que más de uno).

Cambias el color de pelo, los muebles de sitio, un tono de llamada, unas fotos en la pared...Todas estas conductas no son más que una muestra de un deseo, de un ansia, de tu necesidad: la Renovación.

Crees que esas modificaciones externas podrán hacer que cambies por dentro, como si el tinte color caramelo pudiera endulzarte los pensamientos, o el nuevo orden del salón pudiese poner fin a tu caos interior, o tirar papeles produzca esa deseada amnesia...

Parece un tanto absurdo,
¿no crees?
Sin embargo, alguien dijo alguna vez que "una mentira repetida mil veces se convierte en verdad".
¿Es esa nuestra esperanza?
Puede ser.

¿Por qué crees si no que me pongo una sonrisa cada mañana?


Siento repetir tanto la palabra cambio, en este texto el cambio parece ser lo único que permanece (curiosa ironía, ¿no?)

sábado, 14 de julio de 2012

frutodelinsomnio

Et me voilà ici à nouveau...

nuit blanche et noire
 Tras unos días ordenando mucho más que papeles, tras haberme sentido rodeada de algo más que de libros, después de haber pasado horas y horas en un perpetuo stand-by...

Mientras trataba de clasificar los recuerdos de aquel curso, en la papelera he visto un agujero blanco, pero no blanco de pureza, sino de ausencia, de nada, de olvido. Algo peligroso y por todos temido. ¿Sabes que en Oriente el blanco es el color del luto?



Por eso, aunque lo intentes, es imposible mantener la mente en blanco, y eso nos recuerda que estamos vivos.
Et maintenant? Tal vez sea el momento de averiguarlo.

Mientras tanto, breath in breath out y a dormir y, con un poco de suerte, a soñar, que a veces andamos algo escasos de sueños.

sábado, 16 de junio de 2012

Hors du temps et de l'espace

 Ahí estoy, al igual que aquella noche, en medio de la nada. Agarrando con fuerza la puerta de mi bloque como si ella también se fuese a evaporar. Y no consigo recordar cuánto tiempo llevo aquí, pues tal vez nunca llegué a irme.

Saber de nuevo que, nada más cruzar esa puerta, se habrá acabado. Y parece todo tan oscuro, tan poco acogedor... Y eso te desespera y te paraliza. Y ahí sigues, cual estatua: inmóvil e inútil. Fuera de la, aunque suene extraño, dulce rutina. Entre dos mundos. Entre el pasado y el futuro en ese incómodo momento que llamamos presente, pero que a veces, como ahora, ni siquiera está ahí. 

Sin embargo he descubierto un gran truco: los dos mundos no son irreconciliables, es más, ni siquiera son dos.

Así que ya está:  paso al frente, sueños en la mirada y recuerdos en el corazón. Todo conmigo, todo yo.