miércoles, 28 de noviembre de 2012

CAMBIOS (II): fluyen garabatos en el bus

Querer cambiar y no poder (¿o tal vez no querer?): El pasado, ¿lastre o salvavidas?
Aún no lo sé.


Otra vez en ese maldito portal, en el portal de la nada que ya te resulta demasiado familiar. El ayer era perfecto (o así se te antoja ahora) y te quedas contemplándolo, inmóvil, vacía.

Encapsulas tus recuerdos en una bola de nieve que agitas de vez en cuando, como para así sentir algo, aunque sea un cierto movimiento, aunque sea dolor (y es que, como la cita de aquel libro, no tienes nada, ni siquiera una pena en el corazón)...ingravidez...caer...

No quiero más bolas de nieve, quiero que cambie el tiempo.



"Such violence of affliction indeed could not be soported for ever, it sunk into a calmer melancholy; but these employments...still produced occasional effusions of sorrows as lively as ever." S&S


lunes, 26 de noviembre de 2012

We've grown up or, at least, we pretend so: CAMBIOS (parte 1)

Cambios: pequeñas fracturas de nuestra vida, dolorosas pero vitales.

Tras esta definición previa, no es de extrañar que, en ocasiones, necesites un cambio (o puede que más de uno).

Cambias el color de pelo, los muebles de sitio, un tono de llamada, unas fotos en la pared...Todas estas conductas no son más que una muestra de un deseo, de un ansia, de tu necesidad: la Renovación.

Crees que esas modificaciones externas podrán hacer que cambies por dentro, como si el tinte color caramelo pudiera endulzarte los pensamientos, o el nuevo orden del salón pudiese poner fin a tu caos interior, o tirar papeles produzca esa deseada amnesia...

Parece un tanto absurdo,
¿no crees?
Sin embargo, alguien dijo alguna vez que "una mentira repetida mil veces se convierte en verdad".
¿Es esa nuestra esperanza?
Puede ser.

¿Por qué crees si no que me pongo una sonrisa cada mañana?


Siento repetir tanto la palabra cambio, en este texto el cambio parece ser lo único que permanece (curiosa ironía, ¿no?)

sábado, 14 de julio de 2012

frutodelinsomnio

Et me voilà ici à nouveau...

nuit blanche et noire
 Tras unos días ordenando mucho más que papeles, tras haberme sentido rodeada de algo más que de libros, después de haber pasado horas y horas en un perpetuo stand-by...

Mientras trataba de clasificar los recuerdos de aquel curso, en la papelera he visto un agujero blanco, pero no blanco de pureza, sino de ausencia, de nada, de olvido. Algo peligroso y por todos temido. ¿Sabes que en Oriente el blanco es el color del luto?



Por eso, aunque lo intentes, es imposible mantener la mente en blanco, y eso nos recuerda que estamos vivos.
Et maintenant? Tal vez sea el momento de averiguarlo.

Mientras tanto, breath in breath out y a dormir y, con un poco de suerte, a soñar, que a veces andamos algo escasos de sueños.

sábado, 16 de junio de 2012

Hors du temps et de l'espace

 Ahí estoy, al igual que aquella noche, en medio de la nada. Agarrando con fuerza la puerta de mi bloque como si ella también se fuese a evaporar. Y no consigo recordar cuánto tiempo llevo aquí, pues tal vez nunca llegué a irme.

Saber de nuevo que, nada más cruzar esa puerta, se habrá acabado. Y parece todo tan oscuro, tan poco acogedor... Y eso te desespera y te paraliza. Y ahí sigues, cual estatua: inmóvil e inútil. Fuera de la, aunque suene extraño, dulce rutina. Entre dos mundos. Entre el pasado y el futuro en ese incómodo momento que llamamos presente, pero que a veces, como ahora, ni siquiera está ahí. 

Sin embargo he descubierto un gran truco: los dos mundos no son irreconciliables, es más, ni siquiera son dos.

Así que ya está:  paso al frente, sueños en la mirada y recuerdos en el corazón. Todo conmigo, todo yo.

domingo, 20 de mayo de 2012

me siento cada vez más hondo

Ojos que parecen concentrados en una mota de polvo que vuela embestida por las corrientes, o que miran fijamente a un teléfono móvil cómo si éste pudiese darle una respuesta a sus miedos. Ojos cerrados que parecen atentos a la canción del grupo del momento, o que se pierden fugaces entre las líneas de un libro.

Ojos que parecen mirar hacia algo, pero tan sólo miran hacia dentro, recreándose y viajando por los rayos internos.

Ojos que en otro tiempo se conocieron, pero que ahora, pese a estar a menos de dos metros, parecen separados por una cortina de acero.

Ojos inermes ante la llamada de los otros, atrapados en los laberintos de sus sueños rotos.

Ojos que se preparan, de un modo inconsciente, para llorar hacia dentro.

Pero bueno, siempre nos quedará la esperanza del retorno eterno, ¿no?

Et maintenant?

casualidades


No sé cómo soy, tan sólo cómo voy siendo...
A cada instante, nuestra mente persiste en elaborar planes, en calcular opciones, posibilidades, sucesos probables, seguros o imposibles....

Y sin embargo, llega siempre ese elemento accidental, que todo lo trastoca; ese imprevisto que rompe todos los esquemas. Y es que nos pasamos la vida en una sucesión de burdos intentos de frenar el devenir.

Cerramos puertas, armarios y cajones y, de repente, aparece un trozo de papel en un recóndito pero amigo escondrijo.



Y cuando lo despliegas cuidadosamente, abres mucho más que un simple papel, o un cajón. Mientras reconoces su contenido, se abre todo un armario lleno de polvo de sueños...

Supongo que también le tengo alergia a los recuerdos.

martes, 3 de abril de 2012

pesadilla


No sé cómo he llegado hasta aquí. El trayecto en taxi aparece como un conjunto de fotogramas en la bruma. Sólo sé que me han dicho que tengo que esperar. Y eso hago.

Miro a mi alrededor y sólo veo rostros serios, tristes, perdidos, como yo, en medio de la niebla. Decenas de dramas encerrados entre cuatro paredes.

No lo soporto más. El aire está enrarecido, teñido de dolor y de espera. Por eso salgo de esa sala con paso decidido, como si alejándome de allí pudiera dejarlo todo atrás.

Situada cerca de la puerta, donde por fin se puede hasta respirar, miro a mi alrededor pero veo tan sólo pequeños detalles.



Puedo sentirlos pasar, ajetreados, vestidos con esa aparente indiferencia que logra aislarlos (o al menos eso intentan) de todo el sufrimiento que ven a diario. Batas blancas y verdes. Una chica de recepción  lleva un pin con una muñequita de colores que me sonríe. Supongo que es un intento de dar color a un sitio tan deprimente.

Por una puerta sale una señora algo mayor, temblorosa, fantasmal, que aferra contra su pecho una bolsa de plástico amarilla. Por lo visto eso es lo que queda de lo que, hasta hace unos instantes, fue una vida.

Tras esa revelación demoledora, respiro. Breath in, breath out. Abro los ojos y me digo a mi misma que tan sólo ha sido una pesadilla, un mal sueño, o tal vez un recuerdo.

sábado, 10 de marzo de 2012

Salid sin duelo, palabras, corriendo...

Desde que puedo recordar, me ha gustado aprender palabras nuevas, porque creía que, con cada una de ellas, se ensanchaban las paredes de mi mundo. Me gustaba saber el preciso instante en el que debía utilizarlas, el momento exacto en las que adquirían toda su fuerza y poder. Como crear una pieza musical, cada nota en su lugar, todas unidas, cohesionadas, formando un armonioso conjunto. Pero aquella aparente armonía en ocasiones acompañaba un profundo hastío.

tan cerca y tan lejos,
a tan sólo un par de palabras


Y un extraño día,  un torbellino se las llevó a todas y sólo volvieron a mí cuando ya era demasiado tarde, pequeñas revoltosas.


Juguetonas, chistosas, en ocasiones, magníficas; otras, hechas de acero. Llaves de cajones secretos y de puertas que no sabes si volver a abrir.






Palabras mías, vosotras y aquéllas que se perdieron para siempre entre mis labios y ésas otras que no lograron escapar a la tecla del vacío, después de hoy y por ahora,
sólo os deseo felices sueños.



viernes, 27 de enero de 2012

reflejos y espejismos

 

¿Cómo es posible que un reflejo sea más bello y nítido que la llamada realidad?

inoubliable
    
   De pequeña, creía que esa niña que saludaba sonriente desde el otro lado del lago vivía allí.

  
  Siendo algo mayor, me sentí a veces en ese otro lado, con la línea que separa ambos mundos a tan sólo un par de centímetros de mis pestañas.

  
  Hace apenas unos días, mientras contemplaba el hechizo de aquel castillo rojo, lo comprendí:

  







  

    Lo que somos se refleja en los demás y en ellos es donde pervive nuestra esencia. Y esa esencia queda, pues, entrelazada con la del otro dando lugar, no a una copia, sino a algo mucho más hermoso que el original.




 Querido Max, no necesitamos espejos para ver la realidad, pues alguien me dijo una vez con una gran sonrisa :  

  -No te mires en el espejo,
 ¡mírate en los ojos de quien te quiere!